En Memoria

A la izquierda: Hermana Dorotea con los primeros niños de COAR, Zaragoza, 1980

La Comunidad Oscar Arnulfo Romero, mejor conocido como COAR, fue fundada en 1980 en memoria de la querida héroe y mártir salvadoreño, el Arzobispo Oscar Romero. Padre Ken Meyers, el humilde párroco de una pequeña ciudad de Ohio, que primero se previó en el COAR finales de 1970, soñaba con la otra prestación de los niños abandonados de El Salvador del agotador 12 años de guerra civil con un lugar que puedan llamar hogar, un lugar seguro donde pudieran crecer en medio del amor y cuidado, donde pudieran aprender y jugar y soñar. COAR tomó en su primer huérfanos más de un cuarto de siglo atrás, en agosto de 1980, al comienzo de la larga y mortífera guerra civil que a la larga algunos reclamación 75.000 vidas. A medida que la guerra enfureció por más de una década, innumerables familias fueron destrozadas y muchos, muchos niños se quedaron solos y abandonados, los jóvenes, las víctimas de la nación profunda agitación.

Fue misionero de Maryknoll laica Jean Donovan y la monja Ursulina Dorothy Kazel queines respondieron primero a los llamamientos desesperados de los motivos del creciente número de nuevos niños huérfanos. Visitar los campamentos de refugiados y centros de acogida, que tuvo en la primera COAR huérfanos. En el primer mes, que trabajan fuera de su diminuta parroquia Nuestra Señora de Pilar en la ciudad rural de Zaragoza, alojados, alimentados y atendidos 27 niños. En sólo los tres primeros años, el número de niños en el COAR se elevaría a más de 300. Desde su concepción, casi unos 28 años atrás, COAR ha ofrecido amor, de atención, y un futuro más esperanzador para miles de jóvenes salvadoreños niños que no tienen dónde más recurrir.

Trágicamente, Dorothy y Jean, junto con las hermanas de Maryknoll Maura Clarke e Ita Ford fueron brutalmente asesinados el 2 de diciembre de 1980 durante la conducción a lo largo de un tramo de carretera no todos los que lejos de COAR. Si bien la guerra reclamada a lo largo de su vida con tantos otros, su trabajo y la inspiración nunca será olvidado. El programa Nuestro Ahora está dedicado a la memoria de estas cuatro mujeres mártires (en la foto a la derecha). Sus vidas eran más poderosos ejemplos de servicio, dedicación y profunda convicción. COAR tiene una historia orgullosa de veintiocho años de héroes. Los participantes de Nuestro Ahora se esfuerzan por seguir en este legado. . .